sábado, 13 de octubre de 2012

¿EXISTIÓ EL HOMBRE LOBO?

  "Acechando entre las sombras, sobre aquella roca, podría esperar escondido el paso de cualquiera de ellos.  Había decidido que estas presas le saciarían más que las provistas en el bosque. Al fin y al cabo no les unía nada a ellos. 

Abandonado en el bosque tras el parto, su supervivencia se debió a un hecho asombroso e inexplicable. Una loba, compañera del macho Alfa, desconsolada por la muerte de sus crías en un pasado invierno, tuvo bien acogerlo como hijo. No fue poco sufrimiento los que padeció esta para protegerlo de la propia manada, pero normalmente y más en las cálidas estaciones, los ciervos y conejos abundaban considerablemente en esa zona, por lo que el hambre no fue motivo para ser devorado. 

Su consciencia le permitía comprender que no era igual que los suyos y la curiosidad (Como algo natural en los humanos) le llevó a acercarse a los hombres. Esos animales que parecían caminar como él. Pero no fue muy buena idea. Como si de algo maligno se tratase era repudiado y espantado. Unas veces con gritos, otras con piedras e incluso en alguna ocasión que se acercó a ellos más de la cuenta, con palos.

 Por una parte el hambre y por otra la sed de venganza. Estos dos sentidos alimentaron  una fuerza primitiva y salvaje se fue apoderando cada vez más de él, mientras su estómago rugía cual lobo enjaulado deseando salir.



Dos viajeros no tardaron en hacer su aparición. Conversaban entusiasmados sobre como gastarse unas monedas en la taberna de aquella moza exuberante mientras confiados recorrían el camino que atraviesa el bosque próximo al pueblo. De repente, sus rostros se desfiguraron por el terror que causaba tal avistamiento. Un ser alto y corpulento, mitad hombre, mitad bestia. Con bello en todo su cuerpo, unos ojos ensangrentados y unos dientes blancos que brillaban a la luz de la luna llena se abalanzaba hacia ellos mientras el terror los dejaba paralizados.

 Antes de que pudiesen reaccionar, saltó rugiendo sobre ellos derribando a ambos al unísono. Con una rapidez que solo se encuentra en lo más salvaje de la naturaleza, se abalanzó y mordió el cuello de uno de ellos hasta arrancarle parte de la yugular. El otro, con la cara desencajada por el horror, salió corriendo como alma que lleva el diablo. No quiso perseguirlo. Con esta presa tendría suficiente y seguro avisará de lo sucedido. Tendrán más cuidado y respeto hacia él a partir de ahora".




Este podría haber sido el nacimiento de la leyenda del hombre lobo. Un ser fantástico y temido en la mitología y el género del Terror, pero que tal vez no se aleja para nada de la realidad.




El hombre lobo, también conocido como licántropo, es una criatura legendaria presente en muchas culturas  independientes a lo largo del mundo. Se ha dicho que este es el más universal de todos los mitos (probablemente junto con el del vampiro), y aún hoy, mucha gente cree en la existencia de los hombres lobo o de otras clases de «hombres bestia». Todas las características típicas de aquel animal - como son la ferocidad, la fuerza, la astucia y la rapidez- son en ellos claramente manifiestas, para desgracia de todos aquellos que se cruzan en su camino. Según las creencias populares, este hombre lobo puede permanecer con su aspecto animal únicamente por espacio de unas cuantas horas, generalmente cuando sale la luna llena.



En el folclore y la mitología, un hombre lobo es una persona que se transforma en lobo, ya sea a propósito o involuntariamente, a causa de una maldición o de otro agente exterior. El cronista medieval Gervase de Tilbury asoció la transformación con la aparición de la luna llena, pero este concepto fue raramente asociado con el hombre lobo hasta que la idea fue tomada por los escritores de ficción moderna. La mayoría de las referencias modernas están de acuerdo en que un hombre lobo puede ser asesinado si se le dispara una bala de plata, aunque esto es producto de la narrativa moderna y no aparece en las leyendas tradicionales, aunque algunas clásicas dicen que se puede matar cortándole la cabeza y arrancándole el corazón. Como dato adicional, en versiones modernas, se agregó la idea que ha existido una fuerte rivalidad entre vampiros  y hombres lobo.




Nadie sabe con exactitud cuándo se originaron las leyendas sobre hombres lobo. Puede que se trate de una superstición tan antigua como la humanidad misma, originada como explicación de diversas patologías. Así parecen indicarlo algunos casos datados, como, en España, el de Manuel Blanco Romasanta, en cuya vida se basan las películas El bosque del lobo, y Romasanta. La caza de la bestia (2004).



Muchos países y culturas europeas tienen historias sobre hombres lobo, incluyendo España, Grecia (lycanthropos), Bulgaria (varkolak, vulkodlak), Serbia (vukodlak), Rusia (volkodlak), Polonia (wilkolak), Rumania (vârcolac), Inglaterra (werewolf), Alemania (Werwolf), Suecia (Varulv), Francia (loup-garou), Galicia (lobishome, lobo de xente), Portugal, Brasil y Paraguay (Luisón o Lobizón, lobisomem), Uruguay,Argentina (Lobizón) México, Guatemala (nahual), Lituania (vilkolakis y vilkatlakis) y Estonia (libahunt).

Según la leyenda, el primer hombre lobo reconocido fue Licaón, rey de Arcadia, Grecia. En la mitología griega, Licaón era un rey sabio y culto y una persona muy religiosa que había sacado a su pueblo de las condiciones salvajes en que vivían originariamente. No obstante, parece que él mismo continuó siendo un salvaje, pues a pesar de todo siguió sacrificando seres humanos en honor a Zéus, e incluso se dijo que asesinaba a todo forastero que llegara a su reino pidiendo hospitalidad.

Al enterarse, el dios Zeus quiso comprobar los rumores y se disfrazó de vagabundo para hacer una visita a Licaón. Este inmediatamente pensó en matar a su visitante, pero se enteró a tiempo de que se trataba de Zeus y lo invitó a participar en un suntuoso banquete. Todo habría salido bien de no ser porque Licaón no pudo resistir la tentación de jugar una horrible broma al rey del Olimpo; ordenó que le sirvieran la carne de un niño (presuntamente un hijo suyo).

Zéus se dio cuenta, por supuesto, y, encolerizado, condeno a Licaón a convertirse en lobo, y a que todos sus descendientes serían también hombres lobo. Hoy se conoce como licaón al perro salvaje africano,  un pariente de los lobos.




En la Edad Media, los cuentos de hombres que se transformaban en lobo eran comunes y la gente tenía tanta fe en ellos que ni siquiera se atrevía a salir de noche al bosque. Hay que recordar que en aquellos tiempos los lobos auténticos eran comunes y no era raro que atacaran a las personas. Más tarde los lobos fueron cazados y exterminados en gran parte de su área de distribución, pero el temor a los hombres bestia siguió igual de fuerte que antes.


Según las creencias armenias, hay mujeres que a consecuencia de pecados mortales están condenadas a pasar siete años bajo la forma de un lobo. Un espíritu llega a tales mujeres y les da la piel de lobo. Éste les ordena ponérsela, y tan pronto como lo hacen aparecen marcas de lobo en su mano derecha. Una vez que su naturaleza es conquistada, se come a sus propios hijos, uno por uno, después devora a los hijos de sus parientes de acuerdo a la cercanía genealógica, y finalmente ataca a los niños ajenos a su familia. Pasa a vagar entonces solamente durante la noche, y las cerraduras y puertas se abren en su aproximación. Cuando está cerca la mañana, vuelve a su forma humana y se quita la piel de lobo. En estos casos la transformación es involuntaria. Pero junto a esta creencia sobre metamorfosis involuntaria, se encuentran las creencias de que los seres humanos pueden transmutar en animales a voluntad y después reasumir su forma original.




En particular, Francia parece haber sido infestada con hombres lobo durante el siglo XVI, por lo que fueron numerosos los consecuentes juicios. En algunos casos, por ejemplo, los de la familia de Gandillon en el Jura, el sastre de Chalons y de Roulet, todo ocurriendo en el año 1598, había clara evidencia en contra del acusado deasesinatos y canibalismo, pero ninguno asociado con lobos; en otros casos, como el de Gilles Garnier en Dole, 1573, hubo clara evidencia de existencia de algún lobo, pero ninguna en contra del acusado; en todos los casos, con muy pocas excepciones, había una predisposición del acusado en confesar e incluso en detallar las circunstancias de la metamorfosis, la cual es una de los temas recurrentes de brujería medieval. Aun cuando esta fiebre de licantropía (de ambos, acusadores y sospechosos) llegó a su cenit, se decidió en el caso de Jean Grenier en 1603, en Burdeos, que la licantropía no era más que una ilusión enfermiza. Desde entonces el loup-garou dejó de ser considerado como un herético peligroso, y regresó a su posición pre-cristiana como una simple amenaza «lobo-hombre». Las mujeres-lobo (lubins o lupins) fueron consideradas en Francia, no obstante, como hembras tímidas e inofensivas, en contraste con los temidos loup-garou.

De acuerdo con los obispos Olaus Magnus y Majolus, en las provincias de Prusia, Livonia y Lituania, los hombres lobo del siglo XVI  eran más destructivos que los «auténticos lobos», y su heterodoxia surge de la aserción de los obispos católicos de que ellos formaron una «escuela maldita» de aquellos «deseosos de las innovaciones contrarias a la ley divina».

Sin embargo, al principio del siglo XVII en Inglaterra, las personas acusadas de brujería eran aun perseguidas celosamente por James I de Inglaterra, para entonces el lobo ya estaba extinto hace largo tiempo, por lo que este piadoso monarca estaba libre (Demonologie, lib. iii.) de acusar a los ware wolfes como víctimas de una ilusión inducidas por una «superabundancia de melancolía natural». Solamente las criaturas pequeñas tales como el gato,las liebres y la comadreja permanecían como vehículos para que el hechicero malo se transformase en ellos.

Los hombres lobo de la dispensación cristiana no eran todos considerados como herejes o viciosamente dispuestos en contra de la humanidad. De acuerdo con Baronius, en el año 617, se presentó un grupo de lobos en un monasterio, y destrozaron a varios frailes quienes mantenían opiniones sobre herejía. Los lobos mandados por Dios despedazaron a los ladrones sacrílegos del ejército de Francesco Maria, duque de Urbino, quien había llegado para saquear el tesoro de la Santa Casa de Loreto. Un lobo vigiló y defendió a San Edmundo Mártir, rey de Inglaterra ante las bestias salvajes. San Odo, Abad de Cluny, asolado por una manada de zorros, fue liberado y escoltado por un lobo (A. de Gubernatis, Zoological Mythology, 1872, vol. ii. p. 145). Gran parte de los hombres-lobo eran personas inocentes y temerosas de Dios, que sufrían a través de embrujos de otros, o simplemente estaban destinados a un destino infeliz, y quienes en forma de lobo se comportaban de una manera admirable, honrando y protegiendo a sus benefactores. El Bisclaveret en el poema William y el Hombre-lobo de Marie de France (c. 1200), el héroe perteneció a esta clase y los numerosos príncipes y princesas, damas y caballeros, quienes aparecieron temporalmente en forma de bestias en los cuentos de hadas alemanes (o Märchen). Véase Blanca Nieves y la Rosa Roja, donde el oso feroz es realmente un príncipe encantado.



De hecho, el poder de transformar a otros en bestias salvajes no sólo fue atribuido a hechiceros malignos, sino también a santos cristianos. Omnes angeli, boni et mali, ex virtute naturali habent potestatem transmutandi corpora nostra (Todos los Ángeles, buenos y malos, tienen el poder de transmutar nuestros cuerpos) fue la sentencia de Santo Tomás de Aquino. San Patricio transformó a Vereticus, un rey de Gales, en un lobo; y San Natalio maldijo a una ilustre familia irlandesa con el resultado de que cada miembro de ella estaba condenado a ser un lobo por siete años. En otras historias la voluntad divina es más directa, en Rusia, se supone que los hombres se convierten en hombres lobo al incurrir en la cólera del diablo.

Ciertas creencias sobre el hombre lobo se basan en acontecimientos documentados. La Bestia de Gévaudan era una criatura que aterrorizó el área general de la provincia de Gévaudan, en el actual Departamento de Lozère, en las Montañas de Margeride al sur de Francia, en el lapso de 1764 a 1767. La bestia fue descrita frecuentemente como un lobo gigante, atacando al ganado y a seres humanos sin distinción. Fue abatida, según los relatos, por Jean Chastel con una bala de plata, de allí el mito de que los hombres lobo solo pueden matarse con este artilugio.


                                         La Bestia de Gévaudan


Teorías de su origen

Se ha propuesto una teoría reciente para explicar los episodios de hombres lobo en Europa durante los siglos XVIII y XIX. El cornezuelo, cuya ingestión causa envenenamiento, es un hongo que crece en los lugares donde se cultiva centeno en temporadas húmedas, después de inviernos muy fríos. El envenenamiento por cornezuelo normalmente afecta pueblos completos o por lo menos las áreas pobres de los pueblos, provocando alucinaciones, histeria colectiva y paranoia, así también como convulsiones y en algunas ocasiones la muerte (el LSD se deriva del cornezuelo). El envenenamiento por consumo de cornezuelo se ha propuesto como causa de los individuos que creían ser un hombre lobo, o de todo un pueblo que creyó haber visto a un hombre lobo.

Como la mayoría de los intentos de usar la ciencia moderna para explicar creencias religiosas y folclore, esta teoría es controvertida e insatisfactoria. Por ejemplo, no explica por qué los brotes de histeria sobre brujería y las leyendas de transformaciones en animales que existen alrededor del mundo, incluyendo en lugares donde no hay cornezuelo del centeno. La histeria y la superstición han existido a través del mundo por toda la historia registrada, y, generalmente hablando, el envenenamiento por consumo de hongos no es la razón de todos estos acontecimientos.


                                        Cornezuelo del centeno

Algunos investigadores modernos lo asocian a la hipertricosis. Teoría más lógica y razonable para un servidor.


La hipertricosis, o síndrome del hombre lobo, es una enfermedad muy poco frecuente, que es destacada por la existencia de un exceso de cabello. Las personas que la padecen están cubiertas completamente, a excepción de las palmas de las manos y de los pies, por un vello lanugo largo, que puede llegar hasta los 25 centímetros. Sólo se han documentado 50 casos.



Se piensa que es una mutación que sigue una herencia ligada al cromosoma Y. La mayoría es de herencia familiar y, muy raramente, la mutación se da de forma espontánea.


El pelo

El lanugo es el pelo blanquecino y fino, parecido a la pelusa, que aparece en los recién nacidos, y que desaparece en los primeros meses del nacimiento. Pero en los que padecen esta enfermedad, el lanugo continúa, y crece durante toda su vida.
Se sabe que esta enfermedad se debe a una mutación genética, y la mayoría de las veces se adquiere por herencia familiar, por lo que muchos miembros de una familia pueden tener este síndrome. La hipertricosis se transfiere de padres a hijos únicamente por el cromosoma Y 


Sociedad
La esperanza de vida de estas personas es la misma que la de una persona normal, la única diferencia que tienen es el pelo. La sociedad hace que la persona que tiene esta enfermedad se vea aislada, sea discriminada y en ocasiones, maltratada física y psicológicamente.


También existe un raro desorden mental llamado Licantropía clínica, en la que la persona afectada tiene una ilusoria creencia de que él o ella se está transformando en otro animal, aunque no siempre es un lobo o un hombre-lobo.
Otros creen que las leyendas de hombre-lobo nacieron como parte del chamanismo y tótems, animales en las culturas primitivas basadas en la naturaleza. El término «teriantropía», en la que la persona afectada tiene una ilusoria creencia de que él o ella se está transformando en otro animal, aunque no siempre es un lobo o un hombre-lobo.


Fuente: http://es.wikipedia.org
















1 comentario:

  1. Gracias amigo...por esté reportaje tán bien explicado desde todo los puntos de vista...no se si serán ciertas estás leyendas o no...Lo más logico y probable es que sea la enfermedad...que anteriormente as puesto la Hipertricosis...pero aun asi las historias de hombres lobos y vampiros, llama la atención...siempre se expeculara sobre ellas, por todo el halo de misterio y fantasia que las rodea.

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